domingo, 22 de febrero de 2015

Mindfulness – Mente de Principiante.


Uno de los fundamentos de mindfulness es tener mente de principiante, es una actitud de no saber, de ver las cosas por primera vez.

Si nos acordamos de cuando éramos niños, que las cosas nos sorprendían y las mirábamos con absoluta atención porque era nuevo para nosotros, era una experiencia nueva y queríamos vivirla, sentirla y no le poníamos matices, ni juicios porque era la primera vez.

Recuerdo que me regalaron un helicóptero de juguete, al cabo de poco tiempo había desmontado todas las piezas, fue más divertido para mi, como iba descubriendo pieza a pieza.

La mente de principiante es una actitud, no quiere decir que no sepas nada, solo que en este momento no te quedas atrapado en lo que sabes, en la memoria o recuerdos de esa experiencia, si no que te abres a la inmensidad de lo que ignoras.

Puedes pensar que es aburrido estar atento a la respiración, que ya las has notado o sentido en otras ocasiones, si piensas así, también puedes pensar que la consciencia se aburre contigo. Si recuerdas los momentos en que has estado consciente, recordaras que no estabas aburrido, es una sensación de estar en ese momento como si fuera la primera vez que ocurre.

Si sobre aquello que realizas habitualmente, aquello que conoces porque los has hecho anteriormente, le pones mente de principiante, adquiere otra dimensión, otro tipo de experiencia, ya no es una experiencia habitual, pasa a ser algo vivo, algo que te puede llenar de entusiasmo, de alegría, hasta puedes descubrir algo inmenso. Prueba a beber un vaso de agua como si fuera la primera vez, como si no supieras nada del agua, es muy interesante lo que puede ocurrir

Al cultivar la mente de principiante en los actos que realizas, sea meditar, respirar, andar, comer y quitarle eso que ya sabes, puedes estar viviendo constantemente en un estado de asombro sobre las cosas y convertirse tu vida en gozo momento a momento.

José Lacoma.


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